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Asombrados quedaron los integrantes de la familia
Camacho-Mato, luego de presenciar el domingo 11 de agosto el desplazamiento de
un Objeto Volador No Identificado (OVNI), desde el Centro Comercial Galerías El
Paraíso, en la parroquia homónima, ubicada al sur de la capital venezolana.
Owen Camacho describió que pasadas las 06:00 de la tarde
se encontraba junto a su esposa y sus dos hijos de 4 y 16 años, en una terraza
del referido espacio, esperando para entrar al cine y ver una película, cuando se
percató de la extraña presencia, la cual estaba siendo advertida por unas 30 personas
que se encontraban presentes en el lugar.
“En ese momento tengo el teléfono en la mano, estoy
llamando a mi esposa, y de repente escucho a unos niños que dicen ‘mira eso’. Yo
volteo para ver que están observando y descubro una luz verde de forma redonda,
no muy grande, que pasa volando horizontalmente como a escasos 200 o 300
metros de donde estábamos nosotros, hacia La Vega”, relató.
Al principio, detalló el testigo, no le puso mucha
atención porque pensaba que se trataba de un avión. Sin embargo, al poco tiempo
reflexionó sobre el hecho y comenzó a percatarse de que el artefacto no poseía
alas ni cola, y que además las aeronaves convencionales no presentan luces tan
grandes ni de ese color.
“Yo seguí viendo el objeto y de pronto noto que retrocede
unos metros y vuelve a tomar su curso. Cuando hizo ese movimiento inesperado le
pregunté a otras personas que también estaban allí esperando que fuera la hora
de entrada al cine, si estaban viendo lo mismo que yo, y en efecto me dicen que sí, entonces
allí le empecé a prestarle más atención”, prosiguió.
Según Owen Camacho, el objeto logró movilizarse hasta Casalta,
en el oeste de Caracas, quizás en dirección hacia El Junquito. “Estando allí el
objeto entra en una nube, por lo que pensé que se había ido, pero de repente
volvió a salir muy rápido”, añadió.
Seguidamente, continúa narrando el testigo, “el OVNI se
eleva, vuelve a bajar y con un veloz movimiento horizontal se traslada hasta el
Hospital Miguel Pérez Carreño”, en la urbanización La Yaguara.
“En ese momento, cuando todos los que estábamos ahí empezamos
a conversar sobre lo que estaba ocurriendo, llega mi hija, lo observa y me
indica que eso es un juguete chino, poniéndome a dudar de lo que había visto y
con testigos al lado. Luego llegó mi esposa y también lo vio”, asintió.
Finalmente, sostiene el testigo, “el objeto intentó alzar
vuelo nuevamente”. En esta oportunidad lo apreció un poco más grande y acompañado
por una luz anaranjada. “Después subió rápido pero no pasó el techo del
hospital y volvió a aterrizar rápidamente hasta que lo perdimos de vista”,
sintetizó.
Comenta que “todo sucedió tan rápido y fue tan
impresionante” que no le dio tiempo de grabar con su teléfono celular. No
obstante, reconoce que de haberlo hecho tampoco habría captado una buena toma
porque el dispositivo que portaba no cuenta con un zoom lo suficientemente amplio como para llegar a una distancia
tan larga.
Tomando en consideración la hipótesis de Andrea, su hija,
Owen indagó a través de internet en las páginas de varios proveedores de
juguetes a control remoto y para su sorpresa encontró que el diámetro en el que
se pueden desplazar estos aparatos es de 10 a 30 metros, lo cual se contradice
con lo observado pues “el recorrido del OVNI abarcó mucha más distancia”.
